Al igual que la mayor parte de los espectadores, el motivo que me condujo hacia esta pelicula resulta ser el larguisimo plano secuencia del que está compuesta, aspecto que es empleado como slogan publicitario junto a las 3 orquestas en vivo y los 2000 actores y el Hermitage, cosas que finalmente, como la mayor parte de lo que resulta atractivo para la publicidad, no es más que mera parafernalia.
En lo técnico es impecable y quizás lo más reprochable al respecto resulta ser lo caprichoso del proyecto, una apreciación meramente moral, paradojalmente, un tema recurrente del realizador según tengo entendido.
Autoconsiderado como discípulo de Tarkovsky, a diferencia de éste (al menos en esta película), Sokurov no entrega una postura clara, propia sobre el mundo, la única sensación que parece transmitir constantemente, es de lo maravilloso que era la nobleza rusa con su opulencia y grandeza y su elegancia refinadísima (sentimiento que se apoya en cierta forma por el movimiento de ensueño de la cámara) o qué se yo, por otro lado, vemos un mesurado conflicto que ocurre entre el narrador (un ruso contemporáneo) y una caricatura de un noble francés "amante del arte", que nos da a entender del aprecio que siente Rusia por Europa y el trato indiferente por parte de éste, cosa que de verdad, me parece mero resentimineto nacionalista (parecerá prejuicioso por mi parte, pero constantemente en las entrevista Sokurov suele victimizar a los rusos, o referirse a ellos como ejemplo a seguir).
En resumen, mi apreciación de El Arca Rusa es que se trata de una obra de gran belleza visual y auditiva (aunque considero que la voz del off fue mal aplicada, quedando fuera de lugar en términos estéticos), pero no es más que una elegante belleza hueca, como presenta cierto tipo de persona que intenta lucir interesante, pero precisamente no tiene nada interesante que decir. Pasiva en lo intelectual, que no otogará una nueva forma de pensar ni de ver el mundo, y pasiva en lo emocional, sin poseer ninguno de aquellos instantes que conmueven hasta lo más profundo por su encantadora ingenuidad o que llegan a estremecer por su inexplicable naturaleza.
domingo, 25 de noviembre de 2007
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